Familiares de Sofía Fernández, la chica trans que fue asesinada en un calabozo de la Comisaría 5ta de Pilar, denunciaron irregularidades en la investigación en la que están imputados 10 agentes de la Policía Bonaerense.
El crimen de Sofía ocurrió el pasado 10 de abril de 2023 en esa dependencia a la que había sido trasladada en el marco de un presunto robo, aunque las causas de su aprehensión no quedaron del todo claras.
La víctima había ingresado a la Comisaría el día 8 de abril y dos días después fue encontrada muerta en el calabozo. La autopsia realizada al cuerpo de Sofía reveló que presentaba golpes, diferentes lesiones y que había sido asfixiada por al menos tres personas.

Por el caso, en una primera instancia, los 10 efectivos habían sido detenidos. Pero luego el Juez de Garantías Walter Saettone definió dictar la falta de mérito para 9 de ellos quienes obtuvieron la libertad, aunque continúan imputados por el delito de encubrimiento. Hasta el momento, solo uno de los agentes permanece detenido acusado de ser el presunto autor del asesinato de Sofía.
A eso se le agrega que el Juez también desestimó de la causa el agravante en la carátula de "Crimen de odio por identidad de género".

Sobre el estado actual de la causa, Mabel, la hermana de Sofía expresó su indignación y denunció además que "el juez autorizó a peritos de la policía bonaerense a intervenir, lo cual está prohibido por la ley" ya que se trata de una causa que investiga a efectivos pertenecientes a esa misma fuerza.
"Ellos quieren hacer pasar la muerte de Sofía como un suicidio, pero sabemos que no fue así. Tenemos peritos que demuestran que fue agarrada y torturada por más de tres personas", rechazó la mujer en una entrevista que concedió al programa radial Agenda Propia FM.
También remarcó una serie de inconsistencias en la istración de la comisaría, particularmente en la documentación oficial. En ese sentido detalló que los registros de la dependencia fueron adulterados.
"El libro de la Comisaría apareció de repente después de no encontrarlo, y había documentos adulterados. Los registros muestran tachaduras y alteraciones que implican un intento de encubrir los hechos", contó Mabel.

Para la familia de Sofía "todos los uniformados son responsables" de la muerte.
"Sofía era una persona muy inteligente, cariñosa, siempre dispuesta a ayudar. Se estaba preparando para comenzar un curso de enfermería, lo que representaba una nueva oportunidad en su vida. Tenemos muchas pruebas que hablan de sus ganas de vivir. No nos caben dudas que a Sofía la mataron por su identidad de género. Las pruebas están por eso queremos que se haga justicia y que caiga quien tenga que caer", concluyó.